Lo ví aquí.
No hay una certeza sobre la situación concreta en que pude saber de esa afinidad por la grabación lúminica, tal vez lo más concreto sea la toma contrapicada en el vaivén, bajo el peligro de una accidental introvisión (en el bien de mi cometido) y el despliegue de tu reiterativo celo. Puedo aislar también, aunque sin contexto, la noción de que capté el relato de el lente oblicuo como una intímidad vinculante. Si bien no puedo indicar ninguna referencia objetiva de los resultados y menos de alguna pericia o experimencia aplicada (sí recuerdo el relato de un experimento estelar y algunas observaciones mías como el gráfico sinusoidal), sé que ese atisbo tuvo mucho peso para ingresar más fehacientemente en el incendio de tu iridiscencia y ser consciente con plenitud de la realización de tu esfera.
Es un misterio realista cuan pocos momentos tangibles existieron en mi experiencia y, ó también, en la realidad actualizable. La imágen es ajena, pero dibuja la figura de esa posibilidad y la pontencia con la disposición de la líneas, la potencia cromática y el camino de las masas apuntaladas en el objetivo.